¿Has decidido organizar una fiesta temática? ¡Bien por ti! Es una estupenda idea, siempre y cuando lo hagas bien. Desde aquí te daré una serie de consejos para que la celebración sea todo un éxito. Las pistas parten de mi propia experiencia como organizador, de modo que no debes tomate este artículo como una sesuda guía, sino más bien como una serie de pistas, incompletas por personales, pero espero que útiles.
Para empezar, adáptate al espacio del que vayas a disponer: es muy difícil montar una fiesta de piratas en un bar de cien metros cuadrados y meter en él todo un galeón. No. Mal. Decora, disfraza pon música pirata, pero deja espacio para que los invitados quepan.
Que nada desentoneEn cuanto a la fiesta en sí, si quieres que sea un éxito sólo has de seguir una premisa: que nada desentone. Y como la afirmación queda un poco lacónica, vamos a incidir en cinco aspectos, para que tú puedas extrapolarlos a tu caso: Comida –o bebida-, decoración, personal o trabajadores, disfraces y música.
El detalle más pequeño hace grande una fiesta
En cuanto a la comida, es tan sencillo como que si la fiesta tiene de tema el blanco, lo mejor es que no sirvamos fresas de postre. O que tengamos en cuenta que en la fiesta de la cerveza, entre doscientos invitados, van a beberse más de tres litros de jugo de cebada… ¿Ves por dónde voy? Bien.
En la decoración es en donde suelen cometerse más errores, y es que una fiesta medieval no debería admitir elementos renacentistas en las paredes. Por no hablar de la cantidad de veces que nos dejamos olvidada en la pared una foto del skyline neoyorkino. Eso se soluciona con un poco de documentación. Tarea para la que Google es una herramienta estupenda.
Las personas, parte de la decoración
Más elementos de la fiesta que deben estar acordes con la temática: de poco nos sirve que las paredes estén forradas de fotos de cohetes y cuadros de mandos o que las mesas y las sillas refuljan de papel de aluminio si en nuestra fiesta de la era espacial los camareros van vestidos de calle.
Del mismo modo, los invitados han de ir acordes al tema de la celebración: si hemos montado una fiesta playera, que tengan instrucción de venirse en bañador. Es más: ofrezcamos la posibilidad de alquilar trajes de baño a los despistados.
Un nuevo tatuaje en tu piel
Finamente, por ahora (más adelante hay más), el detalle de la música: no se trata de que en una fiesta del amor suenen sólo baladas empalagosas (escalofríos me dan, con sólo pensarlo), pero al menos, de vez e cuando, alguna canción debería referirse a ello.
Como acabo de decir, hay más detalles que deberían cuidarse, pero los iremos dejando para otros capítulos. Baste, para el presente, recordar una frase que deberíamos tatuarnos en cualquier lugar visible de nuestra piel: “Que nada desentone”.