Este mes de Diciembre se ha celebrado el Gran Canaria Race Stars. Un evento, a priori, muy atractivo, con grandes nombres del motor. Pero tres de los cuatro pilotos peninsulares que habían acudido a la exhibición no pudieron participar al no tener un vehículo a su disposición.
El mencionado hecho ha provocado una oleada de críticas contra Odisea Eventos. Es por este motivo por el que uno de los organizadores, Vidal Arencibia ha hecho pública una carta de disculpa en la que, además, ofrece varias explicaciones.
Para empezar, la empresa reconoce que, a pesar de la difícil situación económica, decidió apostar por un evento de coste muy alto, invirtiendo más de lo que podía para hacerlo tan atractivo como fuera posible.
Cálculo presupuestario y previsión
“Para comenzar fue el primer gran fallo que se tuvo, pero apostábamos por una idea que la afición demandaba y pudo más el corazón que la mente”, puede leerse en el comunicado de la empresa.
Otro de los errores que admite la organización es el que se refiere a que no se había comunicado con la antelación que cabía esperar la ausencia de algunos de los pilotos de mayor renombre que “debido a circunstancias externas a la organización no pudieron estar”.
A este respecto, en el escrito se incide en que “no hubo tiempo material” para solucionar la ausencia de varios de los vehículos con los que la empresa contaba en principio. Queda, pues, reconocido y explicado el segundo inconveniente.
Las palabras se las lleva el viento
De nuevo nos remitimos a la lectura textual del comunicado de Odisea Eventos: “Tercer y principal gran fallo: el confiar sólo en la palabra y no plasmarlo en un papel”. Ausencia, pues, de contratos que obligaran a las partes.
“Otros fallos de última hora por el mismo motivo anterior nos dejaban con carencias durante la prueba. Por ello no quiero justificar en ningún momento lo sucedido, pero un cúmulo de despropósitos han dado el resultado. Por todo ello pedimos disculpas públicamente, pese a que los pilotos que allí se dieron cita eran y son grandes campeones y dieron todo para conseguir el mayor espectáculo posible. Se merecen un respeto”.
De esta forma concluye el comunicado de la empresa que, aunque no pretende justificarse, si ha querido ofrecer una explicación al fiasco que muchos espectadores canarios vivieron en lugar de lo que ellos esperaban que iba a ser una fiesta del motor, aderezada con la presencia de los pilotos más importantes del panorama nacional.