Lo cierto es que en el pasado era posible, de vez en cuando, organizar un evento, más bien a pequeña escala, en la sala Antonio Tàpies. Pero ahora este espacio, ubicado en el Eixample de Barcelona, gestionado por la fundación que lleva el nombre del artista, sea va a abrir de manera clara a la organización de eventos.
La decisión ha partido de la propia Fundació y posiciona al espacio como referente en la Ciudad Condal para la organización de eventos. De hecho, a la presentación, realizada hace y varias semanas, acudían sesenta agencias del sector de la organización de eventos.
La sala Antoni Tàpies abre definitivamente para eventosEn el acto en que se declaraba abierto este espacio para el montaje de todo tipo de actos se presentaban las seis salas que se hallan ya a disposición de los organizadores (y que desglosaremos un poco más adelante).
Un marco envidiable
El presidente de la Fundació subrayaba a lo largo del acto de presentación y lanzamiento la importancia del espacio, un edificio de Lluís Domènech i Montaner. Una importancia artística, histórica y económica, en tanto en cuanto pertenece a la corriente modernista catalana y posee asimismo una clara fisonomía industrial.
En la función de sede, el edificio funciona desde 1984, año en el que la fundación que lleva el nombre del artista Antoni Tàpies lo adoptaba para tal función con el objetivo de promover el estudio y el conocimiento del arte moderno y contemporáneo. Seis años después, en 1990, la asociación decidía que era el momento de abrir las puertas de la casa a todo el público.
En un lugar ideal
Además de ser de origen singular, ha de sumarse que el edificio se encuentre en un lugar perfecto: en pleno corazón del Ensanche barcelonés, justo entre Paseo de Gracia y la Rambla de Catalunya.
Otro de los factores que lo hacen perfecto para organizar varios tipos de eventos se refiere a que dispone de seis espacios muy luminosos de diseño contemporáneo: la Sala Principal de 500 metros cuadrados; el Auditorio; la Sala de la Biblioteca; la Terraza, un espacio que se comunica con el interior de una manzana de casas del barrio del Eixample; la Sala trapecio; y la Sala Larga, estas últimas pensadas para destinarse a encuentros de formato algo más pequeño.
A todas las características y ventajas hemos de añadirle un importante plus: la posibilidad de admirar la colección de obras del célebre pintor catalán y las exposiciones temporales que cada tanto se celebran e la Fundació.