El verano es sin duda la estación de los festivales y las distintas disciplinas culturales se convierten en protagonistas indiscutibles de las programaciones estivales de los ayuntamientos. El tiempo invita a salir a la calle y a disfrutar de la compañía al aire libre. El cine, la danza, la música y el teatro son las grandes modalidades artísticas entorno a las que se articulan las programaciones veraniegas de las ciudades.
Las artes escénicas inundan la geografía española estos meses. Dos pesos pesados: Almagro apuesta por los clásicos en su ya tradicional Festival Internacional de Teatro Clásico, que este año celebra su 36 edición y Barcelona demuestra un verano más la buena salud del Grec -que acoge otras disciplinas como la danza, el circo y la música- que celebra su edición número 37.
Madrid, por su parte, apuesta por segundo verano consecutivo por Fringe, el festival alternativo de artes escénicas y música. El festival se inauguró en las instalaciones de Matadero Madrid el pasado día cinco y continuará su programación hasta el 27 de julio.
Fringe es un concepto que nació como alternativa a los festivales oficiales y que se celebra por todas las ciudades europeas, programando las apuestas más innovadoras y arriesgadas.
Una modalidad internacional con historia
Este festival nació en Escocia en el año 1947 como respuesta al Festival Internacional de Edimburgo, con una programación que acogía las propuestas rechazadas por el festival oficial. Hace ya más de sesenta años que un grupo de creadores no se dieron por vencidos cuando sus proyectos se quedaron fuera de la programación del festival y su inconformismo dio lugar a un evento que apostaba por las obras más arriesgadas, novedosas y de vanguardia.
Este nuevo concepto causó sensación y el modelo se extendió por ciudades de todo el mundo y fue ganando cada vez más adeptos, hasta que el verano pasado llegó a Madrid, que se convierte durante un mes en el escaparate perfecto para las propuestas teatrales alternativas.
El grupo catalán Manel fueron los encargados de inaugurar esta edición el
Cerca de 500 propuestas de todo el mundo llegaron a manos de la organización de Fringe13, cuya programación acogerá teatro, música, performance, danza, circo, cabaret, charlas, encuentros y muchas cosas más.
La programación infantil tiene un peso más significativo en esta nueva edición y todos los fines de semana por las mañanas se celebran shows musicales y teatrales pensados para toda la familia. Además los más pequeños podrán disfrutar de diversos talleres gratuitos pensados especialmente para ellos.
Todas las semanas se cerrarán con un slam de poesía gratuito en el Café Teatro. Los domingos a partir de las 22’30 horas se celebra Poetry Slam Madrid, un evento de poesía escénica en el que los artistas se batirán en duelo.
Siguiendo con esta programación gratuita paralela al festival, encontramos también conciertos a cargo de los músicos residentes de Matadero, que tendrán lugar de jueves a sábado a las 22.30 horas en la plaza del recinto. Además la Cantina de Cineteca ofrecerá en su terraza eventos audiovisuales durante las tardes de verano.
La primera edición tuvo lugar el año pasado en el Centro Cultural Conde Duque durante los meses de julio y agosto y tuvo muy buena acogida entre público y crítica. Este año ha ocupado todos los rincones del nuevo recinto. Va más allá de la formalidad de la sala y se ha extendido por los tejados, los aseos e incluso un callejón y un respiradero.
Aunque el grueso de la programación se desarrolla en Matadero, este año algunas salas alternativas de la ciudad acogen espectáculos enmarcados en Fringe. Así, DT Espacio Escénico, Sala Tarambana, Kubik Fabrik, El Montacargas, Teatro Lagrada, La Usina, AZarte y Sociedad Cervantina son las ubicaciones paralelas de este año.
Fringe busca el límite, y quien esté por Madrid durante este mes de julio podrá apostar por el riesgo y dejarse sorprender.
- Consulta aquí toda la programación de Fringe 13.