Hoy nos hemos levantado con el pie viajero. Que nos vamos de tour de empresa, vaya. Y quien quiera pararnos, que lo intente. Evidentemente, elegiremos el destino y las actividades del viaje según el objetivo de la ocasión, de modo que, primero vamos a definir la finalidad: de entre las varias que se nos ocurren, vamos a… formar equipo.
Así, hemos elegido un jueves y un viernes –días laborables: no olvidemos que la idea es que el viaje sirva a la empresa, fortaleciendo al equipo. Es, por tanto, trabajo-. La actividad es voluntaria, pero como supone romper con la rutina, se nos han apuntado cincuenta de sesenta empleados.
Viajar para construir un equipoComo cualquier otro equipo, viajamos juntos, en el autobús que hemos alquilado. Nos vamos a la montaña, a uno de los muchos complejos pensados para el turismo de aventura y, cómo no, para el teambuilding. La idea no es tanto realzar actividades de riesgo como hacerlo en equipo. Aunque algo de acción habrá, si no, nos habríamos ido a un hotel de turismo rural, mucho más tranquilo e ideal para un retiro de un par de días.
Reforzando el equipo
Como no todo el mundo tiene el físico para practicar rafting, escalada o paintball, la actividad deportiva será un paseo por la Naturaleza. Puede parecer un ejercicio inútil, pero no lo es tanto cuando la regla es que todo el mundo ha de llegar a la meta a la vez.
Eso es: el más fuerte esperando y ayudando al más débil y éste esforzándose por alcanzar el ritmo del más rápido. Hermosa lección que refuerza lazos y enseña el valor del equipo. Nos encanta que los planes salgan bien.
Muchas actividades, ninguna improvisación
Pero las dos o tres horas de paseo no llenan dos jornadas y, tal como recalcaremos en otros artículos, nada ha de quedar al azar en estas actividades. Afortunadamente, los recintos hosteleros ofrecen en sus instalaciones salas de todo tipo, donde impartir conferencias, pero donde también se pueden desarrollarse dinámicas de grupo –los ejemplos, para mejor ocasión también-.
El mensaje que queremos transmitir en este artículo es el de la importancia de las actividades de construcción de equipo por un lado; y el de que no todos los viajes tienen por qué ser de incentivos.
Que gastándonos un dinerito en un par de días en medio de la Naturaleza, realizando actividades que nos obliguen a colaborar puede muy bien ser una estupenda inversión, si sabemos rentabilizarla.